El expresidente boliviano Evo Morales acusó este lunes al gobierno de Luis Arce de intensificar una «persecución judicial sin precedentes» en su contra y contra sus aliados dentro del movimiento indígena originario campesino. En un comunicado difundido a través de sus redes sociales, Morales denunció la reciente detención de la jueza Lilian Moreno.
«Ya no solo nos procesan injustamente», afirmó Morales. «Ahora buscan escarmentar y atemorizar a quienes actúan con apego a la ley y a la Constitución». Según el exmandatario, Moreno fue aprehendida y trasladada a otra ciudad en lo que describió como un acto de intimidación por parte del gobierno.
«Así pretenden sostener la represión contra nuestras hermanas y hermanos del movimiento indígena originario campesino», denunció Morales, en referencia a lo que considera un patrón de hostigamiento dirigido a las bases sociales que tradicionalmente han respaldado su liderazgo.
«Pero no nos rendiremos», advirtió Morales en su declaración. «Seguiremos en pie de lucha, accionando por todos los medios para defender la verdad, la legalidad y la justicia».
La situación ha generado preocupación en organismos de derechos humanos y observadores internacionales, quienes siguen de cerca los acontecimientos en un país marcado por una historia reciente de polarización política, convulsión social y conflictos institucionales.
